El viernes el Teatro Mendoza se vistió de gala para recibir el 57° aniversario del Ballet Folclórico de la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza, un acontecimiento que combinó historia, arte y emoción.
Ante un teatro colmado, el público disfrutó del espectáculo “Memoria de la Tierra”, una puesta que rindió homenaje a la identidad argentina y a las huellas que la danza deja en la historia de nuestra tierra.
La función reunió sobre el escenario al Ballet Folclórico Municipal, al Ballet Juvenil Municipal, agrupaciones vocacionales y músicos invitados, en un emotivo encuentro intergeneracional que reflejó la continuidad del legado cultural mendocino.
Considerado uno de los elencos más emblemáticos de la provincia, el Ballet Folclórico Municipal ha sabido posicionarse como un referente artístico y formativo gracias a su ductilidad y calidad interpretativa, ofreciendo un amplio repertorio de danzas folclóricas y tango.
La gala contó además con la participación especial del bailarín Maximiliano Tello, ex integrante del elenco, quien se sumó para compartir este aniversario tan significativo.
Entre los asistentes se encontraban la subsecretaria de Cultura Laura Fuertes, el director de Cultura Iván Martínez, otros funcionarios y concejales, además de figuras de renombre de la danza y la cultura mendocina.
La gala, cuadro por cuadro
El espectáculo, dirigido por Gabriela Cánovas, con asistencia de Jonathan Zalazar, maestría técnica académica de Adriana Rivamar y vestuario de Nancy Ortiz, se estructuró en cuatro cuadros principales que funcionaron como estaciones de un viaje simbólico por la historia cultural argentina.
El primero, “Memoria de Tierra Adentro”, evocó los orígenes del folclore y la memoria colectiva de los pueblos del interior, rindiendo tributo a las costumbres y tradiciones que residen en el corazón del país.
El segundo cuadro, “Memoria que se Hereda”, interpretado por el Ballet Juvenil Municipal, representó la transmisión de la herencia cultural hacia las nuevas generaciones, fusionando el lenguaje folclórico con proyecciones contemporáneas.
El tercer acto, “Memoria del 2×4”, rindió homenaje al tango, esa memoria urbana que late entre adoquines y nostalgias, con una propuesta que combinó estética porteña y sensibilidad cuyana.
Finalmente, “Memoria de la Tierra” que dio nombre a todo el espectáculo, sintetizó el espíritu de la obra con un despliegue coral que exaltó la figura del gaucho, su vínculo con la tierra y la fuerza simbólica de las raíces argentinas.
Momento para honrar la memoria y el legado
Entre los cuadros se proyectó un video conmemorativo que repasó el recorrido histórico del elenco, recordando a los distintos directores y bailarines que formaron parte del ballet desde su fundación en 1968 por la profesora Jesús Vera Arenas, quien marcó el rumbo de esta destacada agrupación.
También se realizó un emotivo homenaje a dos figuras esenciales para la danza mendocina: los maestros Paola Ormeño y Germán Torres, quienes fueron reconocidos por su trayectoria y su compromiso con la enseñanza y difusión del folclore.
Ambos artistas se formaron en la Escuela de Danza de la Ciudad de Mendoza y han dedicado su vida a esta disciplina, desempeñándose como alumnos, bailarines, profesores y directores. Su trabajo ha dejado una profunda huella en varias generaciones de artistas locales.
La función incluyó la participación de la Orquesta Municipal de la Ciudad de Mendoza que acompañó en vivo con una tonada y una zamba cuyana, generando uno de los momentos más celebrativos de la velada.
Con esta gala, el Ballet Folclórico de la Ciudad de Mendoza reafirmó su compromiso con la danza y la identidad local, manteniendo viva la memoria cultural que lo vio nacer hace 57 años.
