Se realizaron informes que revelaron defectos de construcción y riesgos en el kilómetro cero. Tras la clausura, la empresa responsable asumió los costos de las reformas eléctricas. Un cambio de ingenieros también se llevó a cabo.
Fabio Gómez Parra Sec. De Gobierno “ya es de público conocimiento, las situaciones que encontramos cuando iniciamos la gestión, algunas denuncias de la gente que trabajaba con nosotros y el público que se acercaba, eso llevó a que se hicieran algunos informes sobre el kilómetro cero, la situación estructural arrojó que siempre estuvo bien, nunca hablamos de que tuviese riesgo de colapso, pero tenía defectos de construcción y de mampostería, que puntualmente eran un riesgo para la población”.
“Esta situación hizo que junto con el informe de la municipalidad, ingenieros privados, ingenieros municipales y el acompañamiento de una universidad nacional, se hiciera la clausura del lugar, inmediatamente las acciones de la municipalidad fue mandar una carta documento a la empresa responsable de la construcción”.
“MECALL se pone en contacto con la municipalidad e inicia las acciones, en esa primera instancia la situación que ponía en riesgo a la población, eran cuestiones, voladura del cielorraso, teníamos desprendimiento de algún cristal, el piso, va a ser una resolución millonaria. Tiene que cambiar todo el cableado, la parte eléctrica no estaba bien, no solo se llovía y salía agua por los enchufes, sino que encontraron que estaba mal la parte eléctrica. El cable que va por debajo del adoquinado no es el adecuado, no tiene el aislamiento que tiene que tener”.
“Se ejecuta el seguro porque se había tomado una recepción provisoria con observaciones, después la misma empresa MECALL hace un relevamiento de todo lo que nosotros habíamos dicho en base a la parte de ingeniería de la municipalidad y tenemos la sorpresa que encuentran otras cosas que nosotros no veíamos. La empresa termina con la relación contractual que tenía con el responsable de la empresa que era el señor Palomeque y nos ponen como responsable a otro ingeniero que toma su lugar”.
“Estructuralmente siempre estuvimos de acuerdo que nunca iba a colapsar porque es una estructura metálica, el problema estaba en la mampostería y en los peligros que conlleva para la población que se te caiga un vidrio encima”.
“La obra se había recibido con observaciones que es lo cómo se comunica, nosotros fuimos un poco más allá para resguardar la seguridad”.
“La empresa se puso a trabajar haciendo hasta sus informes a partir del 9 de febrero. Nosotros no los vamos a apurar con los tiempos, queremos que eso quede en condiciones para ser habilitado para que se pueda usar y para que sea seguro. También nosotros vamos a trabajar luego de esa habilitación cuando ellos nos entreguen la obra, ya está el compromiso también de la Universidad Nacional para ayudarnos y acompañarnos en esta habilitación y que esté todo en condiciones” expresaba Gómez Parra.
